Tenía que ser una marca tan mítica como TDK (¿quien no recuerda sus cassettes vírgenes?) la que nos presente en 2011 el altavoz-amplificador portátil que todos necesitamos hoy en día para poder poner a todo volumen nuestros gadgets.
Me encanta su diseño en forma de cubo y ese aspecto tan retro que a mi me recuerda a una lavadora. En dos de sus caras tienes altavoz, en los otros dos reflectores pasivos que proporcionan un efecto de sonido de 360º. En cuanto a las conexiones no te preocupes, gracias a su puerto USB y entrada de 3,5 mm. te lo acepta todo: iPod, iPhone, smartphone, memoria flash e incluso puedes conectarle la guitarra o el micro.
Tiene toda la pinta de convertirse en tu amigo inseparable, ese del que nunca te quieres separar. Su precio, unos 210 euros. Lo vas a amortizar, verás. ¿Cuando dices que montas tu próxima fiesta?