Veo desde aquí cómo os chorrean los billetes de cien euros por la nariz. Os sobra la pasta, no lo neguéis. Sois los típicos que se compran un Porsche 911 por aburrimiento, por hacer algo. Coleccionáis cientos de videojuegos carísimos, de hecho cuando vais a comprar una y os dicen el precio pagáis el doble por considerarlo una afrenta. Sí, estoy convencido de que esto es para vosotros.
Y es que además de tener un montón de dinero se tiene que tener un corazoncito friki de tamaño considerable para auto convencerse de que una DreamCast portátil tiene sentido a día de hoy. Sí amigos sí. DreamCast fue una consola estupenda, magnífica y todos la llevamos guardada en lo más profundo de nuestros corazones pero caramba, coger una de sobremesa, reducirla y tunearla hasta convertirla en una especie de consola portátil horrible y ponerla a la venta… ya es pasarse.
Y es pasarse todavía más cuando el precio de salida por este artefacto ronda los 470 euros. Las vende Pachimon TV (no son un producto oficial de SEGA, claro) y qué queréis que os diga, me parece un atentado directo contra la memoria de esa magnífica consola por la que Segata Sanshiro dio la vida. Además, ¡si parece hasta de plastelina por el terrible acabado que tiene!.
En resumen, un monstruo que podrá ser adquirido a partir de Junio y que permitirá que nos llevemos el ‘Shenmue’ al metro para seguir jugando. Eso sí, ¿batería?, ¿peso?, ¿ergonomía?… ¡Qué más da si se trata de una Dream Cast portátil! Eso sí, como ladrillo no tiene precio (comparadla en tamaño con la de sobre mesa…