Top 5 videojuegos para tus hijos, sanos y divertidos.
A menudo solemos repudiar aquellos juegos claramente enfocados a un público infantil,
no por que seamos prejuiciosos, sino porque su calidad deja bastante
que desear. Las desarrolladoras son conscientes del menor enjuiciamento
que cualquier niño hará de sus productos, lo que denota títulos poco
pulidos y que poco o nada aportan al pequeño videojugador.
En Ecetia
hemos seleccionado cinco juegos que, además de ser garantía de calidad,
harán las delicias de los más jóvenes al tiempo que les inculcan
valores o simplemente divierten.
Kinectimals
Entre la primera hornada de títulos para Kinect, este Kinectimals
se antoja toda una sorpresa. Quienes lo han probado saben que merece (y
mucho) la pena, pues quizás sea el juego que mayor provecho saque a las
múltiples posibilidades del periférico.
Kinectimals
nos lleva a una misteriosa isla poblada por cachorros felinos. La
misión de nuestro retoño será explorarla de cabo a rabo, acompañando a
su recién adoptada mascota. Lo que pudiese parecer el típico juego de
cuidar mascotas, pronto se antoja una aventura repleta de
entretenimientos.
Por supuesto, podemos acariciar e interactuar de
mil y una formas con el leoncito de turno (que imitará nuestros gestos
cómicamente) pero es en el escudriño de la isla donde mayor énfasis pone
el gameplay. Con ello, el pequeño aprenderá a ser responsable para con su mascota, potenciándose su capacidad de superación.
Wii Party
Estamos
ante otro de los recopilatorios de minijuegos para Nintendo Wii, a
menudo acompañados del WiiMote de turno (por lo que al tiempo que
entretienen, salen de lo más rentable).
Este Wii Party
es diversión pura y a buen seguro hará las delicias de padres e hijos.
No hacen falta nociones avanzadas para su ejecución, basta coger el
mando y jugar en alguna de las muchas modalidades que incluye el
recopilatorio, destacando un Juego de la Oca en el que avanzar casillas según nuestra pericia en los distintos juegos propuestos.
Desde
esconder los mandos por casa para que el resto de jugadores los
encuentren por el sonido, a participar en una peculiar carrera de coches
de choque. Las risas están aseguradas. Atención a las modalidades por
equipos, que adoctrinarán al niño en la cooperación y el sentimiento de equipo.
Little Big Planet 2
Aunque
su público sea potencialmente adulto, no hay razón por la que cualquier
renacuajo no le dé una oportunidad a los coloristas mundos de trapo de Little Big Planet.
Además de ser un título de plataformas que pone a prueba la coordinación y reflejos del jugador, es también uno de los mejores juegos para exponenciar su creatividad.
Y es que la mayor baza de Little Big Planet es su editor de niveles: el
niño puede pasarse horas y horas investigando sus muchas posibilidades,
creando sus propios circuitos, fases a lo Super Mario Bros o una particular versión de Tetris.
Un
ejercicio curioso: dejar que éste se dedique a crear niveles, para
posteriormente jugar con é al volver a casa. Tal vez más de un padre se
sorprenda por la inventiva de su Luisito.
Cars 2
No
podía faltar la licencia de turno entre lo más selecto de esta
recopilación infantil. Máxime cuando la versión para PSP está
desarrollada por Virtual Toys, estudio español tras Horsez.
Realmente podríamos sustituir este juego por cualquiera de
Bob Esponja
u otra adaptación del cine al videojuego, de lo que se trata es de que
el niño se divierta interactuando con los mundos y personajes que a
diario ve en el cine o la televisión, algo que le fascinará y
probablemente ate al mundo del videojuego para los restos.
Y es que ver su cara de fascinación al
sentirse protagonista de la aventura que acaba de presenciar en el cine, no tiene precio.
LEGOs
LEGO Batman, LEGO Star Wars, LEGO Piratas del Caribe…
esta serie parece ya infinita, pero resulta entretenida a rabiar tanto
para niños como adultos a poco que uno se sienta atraído por las
franquicias de las que bebe.
La
mera curiosidad de ver recreados con piezas de construcción, a
numerosos personajes y escenarios clásicos, ya hace a esta serie
merecedora de la compra. Es también una forma curiosa de instruir al
benjamín en
morfologías cambiantes de un mismo contenido.
Los numerosos puzzles, además, plantean retos de inteligencia que desarrollarán su
inteligencia aún cuando no se encuentre frente a la división de turno.
