Steve Jobs era un Tirano,despota, malcriado y abusivo, DETALLES.
Algo de esto se sabia por la pelicula PIRATAS DE SYLICON VALLEY (la recomiendo)
El diario “The New York Times” contó cómo el genio de Apple podía ser implacable con sus empleados y competidores
El diario “The New York Times” contó cómo el genio de Apple podía ser implacable con sus empleados y competidores
La faceta genial y creativa de Steve Jobs no era la única que el fundador de Apple tenía. El diario “The New York Times”, publicó un artículo en el que se relatan aspectos algo desconocidos del hombre que revolucionó la tecnología.
“*La primera vez que Steve Jobs intimidó a alguien fue en tercer
grado*. “Junto a unos compañeros básicamente destrozamos a la maestra”,
reconoció”, inicia el artículo.
“Durante el siguiente medio siglo, Jobs no dejó de hacerlo nunca. Se comía vivos a sus subordinados y socios
que no cumplían con su trabajo, hacía morder el polvo a los
competidores que no estaban a su altura y mandó a los sabelotodos de
paseo. Tenía un sueño de grandeza, que empuñaba como un arma para
cambiar la cara de la industria informática, telefónica y del
entretenimiento, y no estaba dispuesto a ceder un ápice”, continúa la
descripción.
“Tal vez sea solo por la desesperación que siente la gente por el estancamiento de la economía norteamericana, pero el anuncio de la muerte del cofundador de Apple pareció marcar el fin de algo: en una era de límites, Jobs fue el último gran tirano“, dice el artículo.
CRÍTICAS DESTRUCTIVAS
Según cuenta el diario,
donde Jobs no tenía límites era en su trabajo. A sus empleados, tenía
particulares formas de decirles que su producto no era suficientemente
bueno. “‘Hiciste una torta preciosa’, le dijo una vez a un ingeniero,
antes de aclararle al pobre tipo que lamentablemente la había decorado
con excremento de perro. ‘Hazla más pequeña y mejor’, le ordenó”.
Del mismo modo, Job castigaba a sus competidores con sus
comentarios. De Microsoft señalaba que no tenían “el menor gusto y sus
productos no tienen cultura”.
En cuanto a su relación con quienes querían contactarlo a través de
su correo corporativo, no era más benevolente: los insistentes esfuerzos
de una estudiante universitaria que se quejaba de no obtener respuesta
de parte del personal de Relaciones Públicas de Apple, famoso por su
reticencia, finalmente mereció un iracundo “Por favor, déjenos en paz”
del genio.